Embajada Argentina Washington
‘El trabajo de Florencia tiene un ritmo propio, organizado por los materiales, colores y los procesos de trabajo que encara, y sus trazos monocordes. Los materiales determinan sus temas y procesos, delineando su universo de intereses. En su taller, en la buhardilla de su casa, colecciona los papeles que usa luego para confeccionar sus pinturas y collages, en los que imprime trazos con gran libertad y que tienen fuerza de inicio. Las siluetas que habitan sus paisajes, nos impulsan a pensar en las primeras huellas y en los orígenes mismos, son antropomórficas y reconocibles entre medio de un bosque de símbolos. Parece haber en su pintura una fe en la energía universal, una búsqueda de los orígenes y en sus trazos una indagación muy personal. La expresión del cuerpo, los ciclos del nacimiento y la muerte, lo terrestre y lo ancestral, se encuentran en obras que emulan un carácter primitivo, y que son la marca de su acercamiento a la práctica artística. Hay recortes, tachaduras y solapamientos que se imprimen para buscar formas de decir lo que se calla .
Sus collages, como restos diurnos, hacen pensar en el transcurrir del tiempo y las huellas indescifrables que dejan las vidas. La artista selecciona periódicos que funcionan como manchas de color, texturas de fuente rígidas, que le otorgan densidad a sus composiciones. Los materiales son la fuente, y sus fragmentos son tratados con la plasticidad de sus pinturas, donde también el material, el papel es esencial en el cuerpo de su obra.
La muestra propone seguir las experimentaciones de la artista donde los elementos representados se entrelazan, se dejan o se recuperan en sus trazos.’
Verónica Rossi