“Si son las plumas que hacen el plumaje, no es la cola que hace el collage” (“Se sont les plumes qui font le plumage, ce n’est pas la colle qui fait le collage»)
Max Ernst
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El collage, en su versión más conocida: un fragmento de papel, tela, o madera pegado (collage viene de cola o pegamento) a una superficie pictórica – tela o papel – ingresa en el arte de nuestro tiempo de la mano de Picasso y Braque, entre los años doce y diecisiete del siglo XX. Esto ocurrió cuando ambos artistas estaban abocados a la creación del Cubismo. Hay sin embargo un trabajo de Picasso de 1908, en la que el malagueño esboza una obra en tinta negra y gouache sobre un cartón de embalaje, con una etiqueta blanca pegada, pintada y dibujada por él. Se lo considera su primera incursión en el collage. Braque, por su lado, había incorporado papeles pegados a sus dibujos en carbonilla y en el verano de 1911, durante una estadía conjunta de ambos pintores en Céret – una ciudad de los Pirineos franceses, – Picasso pudo ver y (según consta) admirar esos collages tempranos de su colega. Una vez más es difícil precisar cuál de los dos influyó sobre el otro. El consenso es que ambos artistas se influyeron mutuamente, que no hay una clara precedencia en la incorporación de otros materiales en sus obras, que sus investigaciones corrían a la par y que en esos años la creación del cubismo fue fruto de una colaboración estrecha.